domingo, 10 de diciembre de 2023

Interlaced Ch 2: Yakuza?!




 -Me prometí nunca más volver a Japón-suspiró con pesar, mirando por la ventanilla del avión, una de sus piernas moviéndose nerviosamente. 

-Ya...-Flug le detuvo, poniendo una mano en la rodilla-Calma-. 


Shisui lo miró, Flug lucia la mar de contento, le encantaba volar. 


-Es fácil para ti decirlo-.

-Nunca me has explicado cual es el asunto con tu familia-.

- Nunca me has preguntado-.

-Si... bueno-desvió la mirada a otra parte y Shisui le sonrió.

-Si tu sabes, yo tendré que saber también ¿No es así? Realmente no tienes que decirme nada de ti mismo, Flug-.

-Sería lo justo-.

-Nunca te ha interesado lo justo, querido-. 


Flug paso las siguientes dos horas hablando del avión, del modelo del avión, de como funcionaba el avión, de los defectos del avión... 


Shisui nada más lo escuchaba, le gustaba su entusiasmo, aunque entendía la mitad de lo que decía.


-... Y es por eso que prefiero ese modelo a este, pero no está mal-Flug suspiró con algo que parecía satisfacción-Como sea...-lo miró con picardia-¿Quieres tener el clasico sexo en el baño del avion?-.


Shisui no pudo evitar reír. 


-No, primero que nada es muy estrecho, segundo es un viaje de catorce horas y no tengo deseos de sentirme pegajoso y sudado tanto tiempo y, tercero, no trajimos nada y no quiero que me duela sentarme-.

-Ay, qué aguafiestas-rodó los ojos. 

-La azafata de hace un rato te estaba haciendo ojitos, ve con ella-. 


Cuando aterrizaron en el aeropuerto de Kansai, era de noche. 


-Busquemos un hotel, Flug, iremos a la casa de mi familia en la mañana-.

-¿Está lejos?-preguntó, estirándose, estaba cansado por varias razones, pero no podía evitar mirar con curiosidad a todos lados, era su primera vez en Japón. 

-Kyoto, como a una hora-suspiró-Pero, seguramente manden a alguien por nosotros-.

-¿No deberían mandar por ti ahora?-.

-No les avisé que venía-rió-Ni mucho menos que traigo un gaijin-lo miró con diversión-Oh, a mi madre le va a dar algo cuando te vea-rió-Extranjero, pelirrojo, no muerto-. 

-Ay, pero si soy encantador-bromeó. 


Buscaron un hotel de ahí cerca y pasaron la noche. 


Flug observó como su amigo se metía porquerías en las venas, Shisui tenía un problema con las drogas, pero no le reclamo nada, en ese caso en particular prefería dejarlo dormir, aunque fuese a base de narcóticos. 


Aunque se preguntaba cómo las había pasado por control, parecía que tenía conocimiento de cómo ocultar sustancias ilícitas, curioso. 


Se acostaron y Flug lo abrazó por la espalda, para mantenerlo de costado, ya había tenido que salvarlo una vez y no quería repetir la experiencia.


Tampoco podía enojarse con él por sus malos hábitos, sería una hipocresía, además le debía demasiado, seguramente nunca saldaría las deudas que tenía con él. 


En la mañana Shisui estaba como nuevo, por su naturaleza, esa curiosa raza de gente lobo, eliminaba toxinas con facilidad, envenenarse o sufrir una sobredosis era difícil, al menos que lo hiciera a propósito. 


Aun así, en cada ocasión Flug no podía evitar preocuparse, así que sonrió al verlo tan reluciente. 


-¿Quieres bañarte conmigo? Flug-.

-Uy, si-asintió con entusiasmo. 


Shisui ya le había avisado a su familia de su llegada, así que una vez arreglados bajaron al lobby del hotel a esperar. 


-Nos invitaron a tomar el té-suspiró, acomodándole la ropa a su amigo-No puedo pedirte que te quites esa bolsa, pero no les va hacer gracia-.

-Lo siento-miró el suelo-Mi cara tampoco les haría mucha gracia ¿No es así?-.

-Creo que no, pero no tiene importancia, vienes conmigo, tendrán que ser hospitalarios aunque no les guste-. 


Un par de hombres vestidos de traje fueron a recogerlos en un auto negro bastante elegante. 


Trajes y autos negros, lentes de sol, grandotes e intimidantes. Lucían como guardaespaldas. 


-Shisui-sama-lo saludó uno con una leve inclinación.

-Juro-san, tanto tiempo-le sonrió-Me alegra ver que estas bien-.

-Más o menos...-el hombre le sonrió y le mostró una mano, le faltaba el meñique.

-Ah, veo que mi madre sigue igual-.


Ambos rieron y Flug se los quedó mirando...


No podía ser ... ¿O si?


El viaje fue largo y silencioso, Flug vio desaparecer la ciudad moderna, para dar paso a la más tradicional Kyoto y de allí...Los bosques. 


La casa Sadamoto era tradicional, como un palacio de la era Edo, estaba rodeada de un bosque y terrenos extensos.

Shisui salió del auto y aspiró hondo, con nostalgia y melancolía, los ojos cerrados.


-Diría que huele a casa, pero...-abrió los ojos-Huele a amargura-. 


Flug se mantuvo callado mientras los escoltaban al interior de la casa, sin embargo no perdió detalle. Un muro alto, cámaras de seguridad, guardias aquí y allá...


Una casa de la era feudal, hermosas mujeres vestidas en yukatas. 


Flug siguió el ejemplo de Shisui y se quitó los zapatos antes de entrar y las saludo con una inclinación, pero prefirió mantener su silencio. 


Eran hermosas, como Shisui. 


Una raza de gente lobo, con cabello negro y lacio, piel pálida y rostros delicados. Todas ellas, desde la matriarca hasta la hija más pequeña, tenían los ojos violetas. 


Shisui en cambio tenía un ojo rojo y otro azul, pero sus rasgos y sus manierismos eran los mismos. 


Eran todos familia, sin duda. 


-Madre-.

-Shisui-. 


La tensión podía cortarse con un cuchillo, pero por suerte fueron interrumpidos por el anuncio de que el té estaba listo. 

La madre de Shisui avanzó y solo este y Flug la siguieron. 


Se sentaron en el suelo, ante una mesita repleta de té y dulces tradicionales. 


-¿Me presentas formalmente a tu amigo?-dijo ella, sirviendoles té verde con movimientos delicados. 

-Kenning Flugslys, amigo y colega, Flug esta es mi madre, Yuko Sadamoto-. 

-Un h-honor-dijo Flug torpemente, haciendo una reverencia.

-No hace falta que hagas eso-le sonrió la mujer-No podemos exigirle tanto a los extranjeros ¿No es así?-. 


Flug prefirió no decir nada al respecto. 


-Vamos al grano, madre, por favor-.

-Siempre tan apurado ¿Porque mejor no disfrutas del desayuno?-.

-Porque posiblemente tiene veneno, aunque con nosotros dos no te serviría de nada-. 


Shisui mantenía su postura firme y su tono calmo, pero no podía evitar enseñar los colmillos. 

Flug, a su lado, estaba tenso ... Es que si era eso ¿Verdad?


Observó con más atención a la mujer frente a él. Apenas visible bajo la yukata... Tatuajes. 


-Shisui, mi querido hijo-Yuko sonrió-Me alegro que estes de vuelta-.

-Es más fácil si estoy cerca ¿No es así? Dime algo, mi tía ¿Fueron causas naturales o tuviste algo que ver?-. 


Yuko torció ligeramente su gesto, pero volvió a sonreír de inmediato.


-Siempre has sido tan insolente, ya que no quieres comportarte ¿Qué tal si esperamos a la cena? Tomate el resto del día, tu amigo y tú-. 


Por su tono, aquello no era una invitación, sino más bien una orden. 


Shisui asintió nada más. 


Los hombres vestidos de traje los escoltaron a un cuarto, cerraron la puerta corrediza y se quedaron ahí parados, vigilando. 


-¿Somos prisioneros?-.

-Si-Shisui miró a su alrededor-Mi vieja habitación, no ha cambiado nada, a mi familia no le gusta el cambio-abrió un armario-Creo que tengo una yukata que debería quedarte, querrán que vayas formal a la cena-. 

-Shisui...-.


El chico lo ignoró, rebuscando entre la ropa.


-¡Shisui!-.

-Dime-no lo volteó a ver.

-¡¿Eres un yakuza?!-.

-¿Te sorprende?-esta vez sí se volteó y le sonrió, como de costumbre.

-No tienes tatuajes ni nada-.

-Mi cuerpo los rechaza, así que nunca pudieron marcarme con los estándares de la familia-ladeó la cabeza-Pero, tengo el apellido y los genes, eso es innegable, como habrás notado-. 

-¿Y qué es lo que pasa?-.

-Lo discutiremos después-se le acercó con una yukata y la midió contra su cuerpo-Si, debería quedarte de maravilla, te veras guapo-rió. 


Flug suspiro con resignación, sentía que se había metido en un buen lío.