jueves, 27 de octubre de 2022

27- Terror :




Había sangre por todos lados, en el piso, las paredes, en sus manos, en su ropa, en su boca...

Sabía a metal... Sabia delicioso. 

No había podido controlarse, ese sujeto lo había hecho enojar, cosa rara en él enfadarse de verdad y perder el control, pero pasaba a veces. Era entonces cuando se dejaba ganar por sus instintos y esa maldición suya tomaba el control. 

Flug escupió una masa de carne y cartílagos que era demasiado dura para masticar y busco con sus manos, ansioso, por las partes más blandas. Los suaves músculos, las tiernas entrañas...

¡Oh, no podía pensar en lo absoluto! ¡Solo quería devorar y perderse en sí mismo! Cada bocado era un paso más lejos de su sanidad, de su mente, de lo que lo hacía a Flug, Flug. 

Black Hat lo observaba desde las sombras, lo que su científico era en realidad no era un secreto para él, le gustaba esa carnicería, pero aun así...

-Flug- lo llamó, firme.

El doctor no le contestó, solo gruñó suavemente, llevandose más trozos de carne humana a la boca, devorando ávidamente. 

Black Hat suspiro, fastidiado y ligeramente preocupado, había visto eso pasar antes y nunca era fácil sacar al otro de su trance, temía que un día no iba a volver de ello. 

Dio un paso hacia él y Flug retrocedió, arrastrando a su presa como un animal. Dio otro paso y esta vez Flug dejó ir aquel cadáver y retrocedió aún más, aparentemente asustado del otro. 

¿Lo veía como otro depredador más grande quizás?

Black Hat solo se le acercó con decisión, ignorando todo lo demás, y lo abrazó. Ambos en el suelo lleno de sangre y tripas. Lo apego a sí con fuerza y le acarició la espalda, dulce y tierno.

-Vuelve conmigo, Doctor~-. 

Aquello sonaba a un ruego, había dolor en la áspera voz. La mente de Flug volvió de golpe a la realidad, con violencia y estruendo, como un avión estrellándose. Así que lloró con fuerza, asustado como un niño y se aferró al otro, ocultando el rostro manchado de carmín contra su pecho, manchando también la elegante ropa.

-L-lo siento- sollozó. 

-No pasa nada, estás de vuelta, eso es lo que importa-.

Black Hat le beso la frente y las mejillas y todo el rostro marcado de viejas cicatrices para luego detenerse en sus labios, limpiando la sangre con gusto. 

-¿Mejor?-.

Flug sonrió apenas, la boca llena de colmillos.

-Mejor-.

Se acurruco en sus brazos y lloró en silencio, estaba de vuelta de ese abismo, se sentía seguro. Irónico ¿No es así? El abismo de su mente es más aterrador para Flug que los brazos de aquella bestia de fría oscuridad. 


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