miércoles, 26 de octubre de 2022

26-Veneno:




¡Veneno! ¡Esos sentimientos eran veneno! ¡Lo hacían blando y débil! ¡Traían consigo una dulce agonía! 

Cuando lo miraba sentía morir, era tan dichoso que dolía, su corazón marchito se aceleraba, sentía su cuerpo ligero y su mente en una nebulosa. 

Flug lo había envenenado con amor y dulzura, con cariño y afecto. 

Lo tenía comiendo de su mano, dócil como un gatito ¡Oh, como le aterraba a veces! Largas eran las noches cuando se le daba por dudar de él, de sus intenciones, de que tanto lo amaba, de que tan genuino era. 

Temía estar siendo usado, temía que ese doctor inteligente y estratégico había sido capaz de manipularlo, temía que lo había enamorado con el propósito de obtener poder y de tener la oportunidad de usarlo a su antojo. 

Cualquier otro habría aprovechado semejante oportunidad ¿No es así? El poderoso Black Hat atado con cadenas, incapaz de negarse a nada porque su corazón y su ser completo eran prisioneros de sentimientos que nunca había tenido antes y que no sabía cómo manejar. 

Pero Flug no era así, lo trataba bien aunque no se lo mereciera, jamás se había aprovechado de su debilidad por él, aunque podía, y Black Hat no iba a impedírselo si alguna vez lo intentaba. 

En esas largas noches de duda miraba al otro dormir, pacifico, siempre buscándolo para abrazarlo. 

Black Hat lo veía hermoso en esa tranquilidad, en esa falsa inocencia. Había oscuridad en su doctor y eso le gustaba, cada día ese amor lo envenenaba más y más. 

Estaba bien, si alguna vez Flug decidía hacerlo su esclavo o algo por el estilo, estaba bien, se merecía sufrir de todas formas, solo por ser quien era. 

-Lo que sea que te haga feliz, Doctor~ - le susurró, apartando los rojos mechones del rostro durmiente.


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