martes, 1 de noviembre de 2022

La forma en que amamos Cap. 3: Venus

 



Venus aprendió muchas cosas esos primeros meses trabajando para BHO, la vida de un montón de villanos era ciertamente caótica. Todos los días había una novedad. 

Black Hat era una figura temible cuando se trataba de trabajo, no aceptaba fallos, quería perfección, no se conformaba con mediocridad.

Lo había visto intimidar clientes, otros villanos de renombre, como si fuesen niños pequeños.

Demencia era una máquina de destrucción y definitivamente había algo mal con su cabeza.

Flug, y esto no le sorprendía, era el epítome de un genio malvado, cuando se trataba de ciencias no tenía limitaciones morales.

El único que quizás estaba fuera de lugar era 505. Literalmente era un niño dulce e inocente, aunque aún no parecía muy convencido de tenerla cerca.

A Venus nada de esto le molestaba, porque ella misma era peculiar, no era exactamente una villana, pero tampoco era una buena persona obediente de la ley, tenía una mente lógica a la vez que un espíritu libre, en otras palabras, Venus hacia lo que se le antojaba.


Venus iba y venía de la mansión, cumpliendo horarios normales de trabajo, un trabajo que disfrutaba mucho, nunca había visto tales invenciones y podía pasar todo el día con Flug, era perfecto. 

Si bien no pasaba allí las 24 horas del día, había aprendido mucho de la dinámica que había entre todos. 

Flug pasaba gran parte de su día en su laboratorio por supuesto, siendo interrumpido ocasionalmente por Demencia, era como una niña molestando a su hermano mayor, aunque al doctor claramente no le hacía ninguna gracia.

A Demencia le gustaba Black Hat y Black Hat no podría estar menos interesado, pero eso no la detenía. 

505 no era más que un niño bien portado, siempre intentando no meterse en problemas y serle útil a quienes, claramente, consideraba sus padres. Era por eso que no terminaba de agradarle Venus, porque en su mente de cinco años creía que se estaba entrometiendo entre Flug y Black Hat. 

Y en cuanto a esos dos ¡Vaya que su relación era peculiar! No le daban motivos para sentir celos, pero sin duda eran cercanos. Se notaba que confiaban ciegamente el uno en el otro, incluso Flug que siempre se había expresado asustado y rencoroso de su jefe, y con buena razón, claramente confiaba en él y le era leal como nada. 

Black Hat veía a Flug como su mano derecha, el segundo al mando prácticamente y, sin dejar lugar a dudas, estaba completa y totalmente enamorado de él. Lo tocaba con sutileza siempre que tenía oportunidad, una mano sobre el hombro, quizás hablarle más cerca de lo necesario, lo miraba con amor cuando creía que nadie le estaba prestando atención, lo llamaba “mi doctor”.  Se divertía asustandolo como un niño que no sabe lidiar con su primer crush.


En cuanto a cómo se llevaba la propia Venus con los integrantes de la casa, pues se las había arreglado para llevarse bien con Demencia, 505 la toleraba y cada día hacen progresos y en cuanto a Black Hat...


-Y el me dijo, pero Jefecito, eso no es ciencia de verdad- dijo imitando burlonamente la voz de Flug mientras él y Venus se hacían la manicura- Y yo le dije, pues hazla ciencia de verdad, para eso te pago y se ofendió y me llamo “Jefe” por una semana- rodó su ojo con fastidio. 

-Tiene mucho más ego de lo que parece- sonrió, viendo como el demonio se afilaba las garras mientras ella se aplicaba esmalte transparente.

-Y al final hizo lo que le pedí y le aumente el sueldo- asintió- Y se que lo hizo justamente porque tiene demasiado ego cuando se trata de su intelecto, si fuese así con el resto de las cosas habría sido un villano temible-. 


Black Hat estaba feliz de tener alguien con quien hablar tan casualmente de Flug, lo cual ciertamente había mejorado su humor y en consecuencia su relación con el doctor, el cual por su parte no podía estar más contento con que su novia y su jefe eran amigos. 


-¿Siempre soy objeto de chisme o que? -los miró con diversión, entrando a la cocina. 

-A veces hablamos de otras cosas- la chica le sonrió- Ya termino con esto y te alcanzo en el laboratorio-. 

-Te espero- se inclinó y le dio un beso.


Black Hat los vio a los dos reir y sonrió con cierta picardía.


-Yo también quiero uno, Doctor~- bromeó, asomando su lengua de serpiente. 


Flug, que ya estaba cómodo con todo el asunto, se le acercó y le dio un beso en la mejilla.


-Se lo ha ganado, Jefecito- le sonrió y se marchó sin más, dejando al demonio estupefacto. 

-¿Estás bien? - Venus intentó no reír al ver su expresión.

-No ... - se cubrió el rostro con las manos para que no lo viera sonrojarse. 

-Flug es muy afectuoso- sonrió- Ahora que ya no te tiene miedo... No tanto miedo... Seguramente se ponga así contigo-.

-Y lo dices con tanta calma- la miró con reproche por entre sus dedos. 

-¿No te haría feliz acaso? -.

-No estoy acostumbrado a que me toquen ... Platonicamente- suspiró, apartando sus manos- Desde que existo las personas buscan matarme o tener sexo o ambos, son las unicas razones por las que alguien oza ponerme las manos encima-. 

-¿Por eso no te gusta que te toquen? - lo miró con un leve sentimiento de lástima. 

-Me incomoda un poco, no me molesta tocar a otros, siendo que tengo que estrechar manos todo el tiempo-. 

-Dices eso pero te acercas a Flug siempre que puedes- lo miró con diversión.

-Lo sé, no me cuestiones - gruñó con suavidad- Pero... Supongo que no me molesta si es él, al menos que a ti te moleste- la miró.

-No me molesta, no puedo impedirle a Flug ser afectuoso, es parte de su personalidad- se encogió de hombros. 

-Es raro en un villano de su tipo - guardó sus garras y se puso los guantes negros- Los cientificos locos no son mucho por afecto fisico, tienden a ver a otros como cosas-. 

-Bueno, Flugy es especial - le sonrió- Por eso nos gusta ¿No?-. 

-Puede ser ...- se puso de pie- Vuelve al trabajo - le ordenó antes de desaparecer. 


Y en efecto, sucedió exactamente lo que Venus le había dicho, Flug era afectuoso con él, si iba al caso Flug siempre le había hablado con dulzura, ahora solo le sumaba un abrazo ocasional, lo saludaba con un beso en la mejilla. 

Lo hacía sentir feliz y culpable a partes iguales, podrían haber sido siempre así, independientemente de si su doctor correspondía a sus sentimientos o no, él solo había arruinado por años su relación. Le gustaba esa nueva convivencia, esa paz. 

Estaba conforme. 


Black Hat, criatura antigua y caprichosa que era, no solía “conformarse”. Su vida funcionaba en absolutos, o tenías algo completo o no tenías nada, pero ¿Qué podía hacer? ¿Qué podía hacer cuando su corazón solo tenía espacio para uno y ese era Flug? 

Había sido creado de pura maldad, no tenía lugar para empatía y buenos sentimientos, para él las personas eran comodidades, podía sentir aprecio por ellas, pero no más. Todos y todo era reemplazable.

Pero mientras crecía, o hacia lo que era su versión de crecer, alguien alguna vez le había advertido, un día se iba a enamorar y amaría a esa persona por siempre y para siempre, porque no había espacio para más.

Uno solo, una única vez, para siempre.


Amaba a Flug y amaba lo que Flug amaba, lo que fuese importante para su doctor, era importante para él. 

Había luchado con el sentimiento por años, había envenenado su relación y la percepción que Flug tenía de él, su doctor no alcanzaba a imaginar cuanto lo adoraba y cuanto lo atormentaba el hacerlo.

Así que se conformó con su situación, Flug amaba a Venus y en consecuencia él también la quería, así que estaba bien. Podía soportar verlos juntos mientras hiciera a su doctor feliz. 


 Y así pasó un año más ...


-¿Jefecito?- Flug entró tímidamente a la oficina- ¿Podemos hablar?-.

-¿Qué pasa? - lo miró, dejando la pluma con la que escribía sobre el escritorio.

-Bueno... Uh ... - Flug lo miró con duda, no muy seguro de lo que iba a decir a continuación- Venus y yo, vamos a casarnos-. 


Black Hat lo miró unos momentos y empezó a sangrarle la boca, se había mordido la lengua. 


-¡Ah! ¿Se encuentra bien? - Flug lo miró con pánico.

-Perfectamente - se limpió con el reverso del guante- Felicitaciones-.

-Está invitado por supuesto- sonrió apenas- De hecho, queríamos que fuese el padrino- dijo aquello rápidamente, intentando no tropezarse con sus propias palabras. 


Black Hat se mordió la lengua de nuevo, sangrando más profusamente.


-Eres cruel conmigo ...- se le escapó decir, sin reclamarle realmente-Está bien-.

-Ay, Jefecito, lo siento - Flug lo miró, aun no le creía del todo al demonio, en cierta forma seguía pensando que mentía y que le gustaba hacer drama, pero había aprendido a quererlo en ese año y se preocupaba por él. 

-Y Venus quiere que la lleve hasta el altar - lo miró, esperando que Black Hat se cortara la lengua por la mitad, pero no pasó nada.

-¿Y eso? - alzó una de sus peculiares cejas.

-Venus no tiene padres ni hermanos- negó- Y lo quiere mucho- sonrio-Asi que quiere que usted la lleve, pero dijo que está bien si se rehúsa-. 

-No, está bien, lo haré- suspiró- ¿Y cuándo será todo esto?-.

-Un mes, será una boda sencilla-. 

-¿Y supongo que ella finalmente empezará a vivir aquí?-.

-No estamos muy seguros de eso...-.

-Está fuera de discusión, Flug, trabaja para mí y será tu esposa, eso pone precio a su cabeza, pueden tomar cualquier cuarto y acomodarlo como deseen, no permitiré que vivan en otra parte-.

-Oh, ok - sonaba a ultimatum, así que prefirió no discutir- ¿Podemos discutir cosas sobre la boda los tres? ¿Cuándo tenga tiempo?-.

-Claro, ahora vete y vuelve al trabajo, hay mucho que hacer-.


Flug se fue y dejó al demonio solo en su pena.


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