martes, 1 de noviembre de 2022

La forma en que amos Cap. 4: Tiempo

 



Fue un mes bastante caótico, incluso una boda sencilla era difícil de planear, en especial con un demonio caprichoso en la ecuación. 

No había muchos invitados, amigos de Venus más que nada.


-Me sigue pareciendo exagerado- opinó Flug, mirándose ante el espejo, traje blanco con detalles azules.

-Que sea una boda “sencilla” no quiere decir que debas verte sencillo, Doctor~ - dijo mientras le acomodaba la corbata de moño.


Finalmente había llegado el día, alegre o fatídico, dependiendo de a quien se le preguntará. 

Black Hat miró a su doctor, se veía hermoso, adorable y ligeramente siniestro.

Flug había decidido mostrar su rostro para la ocasión, aún se lo notaba nervioso por ello, pero estaba decidido. 

El doctor era pelirrojo, el cabello normalmente intentaba cubrir vanamente partes de su rostro, pero en ese momento estaba peinado hacia atrás. 

El demonio se tomó un momento para admirar sus facciones, una larga cicatriz en diagonal le dividía el rostro en dos, tenía quemaduras por aquí y por allá, clara distinción entre piel pálida y suave y piel ligeramente más oscura y áspera. 

Sus ojos eran grandes y expresivos, la esclera de un profundo negro, iris y pupila de intenso blanco, a Black Hat le recordaban a estrellas. 

En su boca ocultaba afilados y finos colmillos, frágiles en apariencia, pero básicamente podían atravesar todo. Black Hat siempre se había preguntado si podían con su piel, que se sentiría ser mordido ¡Oh cuanto había fantaseado con dejar al doctor saciarse de su sangre, de su carne, de todo lo que quisiera! Pero todo eso tendría que quedar en fantasías y nada más. 


-¿Ella te hace feliz? Flug- le preguntó de repente, mirándolo con seriedad.

-¿Qué? - lo miró con extrañeza- Sabe que si ¿Por qué lo pregunta?-. 

-Solo quiero asegurarme- le acarició una mejilla- Te prometí que aseguraría tu felicidad-.

-Black Hat ... - suspiró y le devolvió la caricia, el demonio ronroneó suavemente y cerró su ojo, como un gato mimado.

-Sigues sin creerme- dijo con un imperceptible tono de lamento.

-No es eso- le mintió, solo para darle paz- Es solo que no necesita preocuparse tanto, Venus me hace feliz y el que ustedes dos sean amigos también me hace feliz- le sonrió- No necesito más-.

-Está bien- suspiró- Ve a tu puesto, tengo que encontrarme con Venus-.


Podrías robartelo, podrías llevarlo a un lugar lejano donde nadie los encuentre y no le quedaría de otra que ser tuyo por la eternidad. 


La voz maliciosa le susurro al oído, pero Black Hat la ignoró y desapareció de donde estaban para encontrarse con Venus. 

La chica lo esperaba para ser llevada al altar, con su vestido de novia y una gran sonrisa. 

¿Por qué se torturaba así? No tendría que haber aceptado todo eso, quizás era a ella a la que guiaba hasta el altar, pero era Flug a quien estaba entregando, SU Flug, SU doctor. 


Ella lo tomó del brazo y ambos miraron hacia la puerta, esperando a que se abriera. 

Venus sintió al otro temblar.


-Black Hat...-.

-Lo estoy perdiendo para siempre- dijo con voz quebrada, se tapó la boca de inmediato y negó- Ignorame-. 

-No tienes que hacer esto si no quieres- lo miró con cariño y preocupación.

-Sí quiero ... - tomó aire en lo que era más bien un sollozo, pero no podía llorar, por mucho que quería - Estoy bien- se compuso en un instante, él era bueno en eso después de todo, ocultando siempre lo que sentía bajo su fría fachada. 


La puerta se abrió y caminaron juntos hacia el altar, donde Flug esperaba por su futura novia ¡Oh la agonía! En su vida había sufrido todo tipo de heridas, todo tipo de torturas, pero nada era como ese momento, entregarle su amado a alguien más, fingir que estaba bien. 

Los vio intercambiar votos y anillos y darse un beso, todo desde su puesto de honor, era una cruel ironía, si no los conociera mejor habría pensado que lo torturaban a propósito, pero no era eso, solo querían incluirlo en sus vidas. 


Luego llegó la fiesta y Black Hat decidió ahogar sus penas en alcohol, debía de lucir realmente miserable mientras la pareja bailaba el vals porque al final del mismo Venus se le acercó con una mirada compasiva grabada en los ojos cafés. 


-¿Estás bien?- preguntó, sentándose a su lado.

-No ... - agitó el vaso de whisky- No estoy acostumbrado a sentir cosas, no puedo expresarme como hacen ustedes los mortales- la miró- Solo quiero que Flug me crea cuando le digo que lo quiero, pero sigue pensando que le miento, que juego con él- suspiro y se bebió el contenido del vaso de un trago.

-Ven conmigo - Venus lo tomó del brazo y lo jalo hacia donde estaba Flug- Bailen ustedes dos - los alentó, sonriente.

-¿Qué? - Flug la miró con sorpresa.

-No es buena idea- Black Hat intentó huir, pero Venus seguía reteniendo.

-Quiero ver a mis chicos bailar- rió con picardía- Vamos, denme gusto-. 

-Ay, Venus - la miró con falso reproche- ¿Usted qué dice Jefecito?- le sonrió.


Black Hat lo consideró un momento, entendiendo lo que Venus pretendía, pero su razón para ello se le escapaba ¿Es que esa mujer no sentía celos? No, no era eso, sencillamente sabía que lo que tenía con Flug era irrompible.

En todo caso no tenía sentido discutir, los dos siempre hacian lo que ella les pedía, la querían cada uno a su propia manera y Black Hat no iba a negar nunca que le tenía aprecio. 


-Bien, pero yo elijo la canción -.


Acomodo las manos de ambos, las suyas sobre los hombros de su doctor, las de Flug en su cintura. Le dio inicio a la música mágicamente antes de que este pudiera protestar. 


Flug miró al otro a los ojos, nunca en un millón de años se habría imaginado bailando con su jefe, era extrañamente agradable, pero ¿Era una canción de amor eso que sonaba?


Wise men say

Only fools rush in

But I can't help falling in love with you

Shall I stay?

Would it be a sin

If I can't help falling in love with you?


Black Hat nada más le sonrió, galante, mientras los hacía girar con suavidad y gracia. 


Like a river flows

Surely to the sea

Darling, so it goes

Some things are meant to be


Lo guió para hacer todo tipo de piruetas y Flug no pudo evitar reír, se sentía seguro de que el demonio no lo iba a dejar caer. Regresaron a la posición inicial y Black Hat lo tomó de una mano y la puso sobre su mejilla.


Take my hand

Take my whole life too

For I can't help falling in love with you


Apretó más esa mano contra su rostro y besó su palma, apenas un roce. Flug nunca había visto a su jefe tan ... Triste.


-Oh, Black Hat...- el peso de la realización cayó sobre él, pero ¿Qué podía hacer? No podía corresponderle.

-No necesito que me correspondas - le dijo, adivinando lo que pensaba- Solo dejame hacerte feliz a mi manera, no me dejes de lado-.

-Nunca haría eso, incluso si usted fuese el de antes- suspiró- Sabe que le soy leal-.


Black Hat sonrió con pesar y, usando sus poderes, intercambió lugares con Venus. La pareja bailaba junta de nuevo y él se quedó oculto en las sombras.


Like a river flows

Surely to the sea

Darling, so it goes

Some things are meant to be

Take my hand

Take my whole life too

For I can't help falling in love with you

For I can't help falling in love with you


Vio a Flug sonreír ampliamente con su esposa en brazos y sintió celos, envidia y profunda pena, se merecía todo ese sufrimiento tanto como Flug se merecía su dicha. 


Venus finalmente comenzó a vivir a tiempo completo en la mansión, cosa que tendría que haber hecho hacía tiempo en realidad, ya pasaba todo su tiempo ahí, nada más nunca había terminado de mudarse. 

La convivencia no podía ser mejor, incluso 505 la quería ahora, aunque seguía expresando sus ideas sobre que Flug y Black Hat eran sus papás, pero ahora Venus era su mamá y ya no estaba molesto con ella. 


La chica sonrió para si, era feliz, demasiado feliz. Tenía en lo profundo de su mente una sensación de que algo la amenazaba, que estaba allí de prestado, que sus días serían felices y cortos. Por ello disfrutaba su vida al máximo con el hombre que amaba y con ese demonio al que quería mucho. Black Har era parte del paquete cuando se trataba de compartir su vida con Flug, así que había aprendido a quererlo, por muy difícil que era a veces. 


Si, Venus era feliz, amaba a su esposo, su trabajo y a la extraña familia que había ganado en el proceso. 


Pasaron meses dichosos, llenos de alegría, amor y toneladas de trabajo. Justo en ese momento cargaba un montón de cajas por el pasillo que dirigía hacia el laboratorio. 

Black Hat iba en dirección contraria, se cruzaron por el camino y se saludaron brevemente, ambos apurados por regresar a sus asuntos, pero el demonio se detuvo de repente, su lengua de serpiente asomándose, olfateando algo.


Se le acercó de repente, dandole un buen susto.


-¡Ah! ¿Qué, qué pasa? - lo miró, confundida, viendo como su jefe seguía olfateando el aire a su alrededor con su lengua. 

-Dame eso - le quitó las cajas de las manos y comenzó a caminar hacia el laboratorio.

-Yo puedo...-.

-No deberías cargar tanto peso en tu estado- se giró apenas para verla y siguió caminando.

-¿Mi estado? ¿Qué?- lo siguió con premura- ¿De que hablas?-.

-Eres una mujer, piensa un poco- la miró con diversión. 


Venus lo miró con intriga, sin dejar de caminar, palideció y se sonrojo en cuestión de segundos al caer en lo que el otro insinuaba.


-¿Cómo sabes?-.

-Hueles diferente- su lengua se asomó de nuevo.

-Oh ... ¿Estás seguro?- se notaba que aguantaba el no sonreír como una tonta.

-Si no me crees entonces compruébalo tú misma- suspiró- Hay métodos para eso ¿No?- entró al laboratorio y dejó las cajas sobre una mesa. 

-¿Métodos para que? - Flug los miró a ambos con curiosidad, estaba parado en medio del laboratorio, trabajando en un hatbot. 

-Black Hat dice - dijo Venus con emoción, saltando en su sitio- Que estoy embarazada-. 


Flug dejó caer lo que tenía en las manos y la miró con grandes ojos. Hubo un breve momento de gritos de algarabía mientras la pareja se abrazaba con emoción.


-¿Está seguro?- Flug tomó al demonio por los hombros y lo agitó.

-Si ¿Por qué les sorprende tanto? Rara vez se quitan las manos de encima ustedes dos- bufo con molestia, apartandolo.

-Haremos un análisis de todas formas- Flug, suspiró, intentando calmarse- Ay, que bien...- tomó a su esposa por la cintura y en ese punto Black Hat consideró que era mejor marcharse.


No sabía cómo sentirse, no le gustaba la idea de tener bebés en la mansión, pero Flug se veía tan estúpidamente feliz que no podía quejarse. No era su asunto de todas formas, no quería tener nada que ver con sus hijos. 

Pero pronto se vio que eso no era una posibilidad, la pareja quería incluirlo en todo por alguna razón. 

Cuando Venus cumplió los tres meses y todo parecía estar seguro ahí dentro, ambos lo convencieron de ir de compras con ellos, rara visión era aquella, un demonio siniestro y temible acompañando a un matrimonio a comprar cosas para bebés.


-Si me preguntan diré que me vendieron a sus crías y pienso comerlas- siseó con mal humor, resaltando enormemente en una tienda de puros colores pastel.

-Si, si - Flug le sonrió, llevando a su jefe del brazo como si fuese lo más normal del mundo mientras Venus elegía ropa. 

-¿Este? - Venus les mostró un conjunto de ropita azul - ¿O este? - le mostró otro igual pero rosa.

-Aún no sabemos el género- Flug negó- Mejor un color neutral-.

-Van a necesitar uno y uno- anunció el demonio con su amplia sonrisa de sabelotodo.

-No me digas ...- Venus lo miró con ojos brillantes.

-¡¿Son dos?! ¡¿Y son un niño y una niña?!- Flug apretó el brazo de su jefe con fuerza. 

-Ya me parecía que no sabían- suspiró - No tendría que ser yo el que les anuncie estas cosas-. 

-Tendremos que ir a otra consulta, debería notarse si son dos para este punto- Venus se acarició el vientre- Mira nada más que suerte, Flugy, no tendremos que fabricar más-.

-Pero es divertido fabricarlos- bromeó. 

-No me gusta que hablen de eso cuando estoy cerca- les gruñó. 

-Jaja, lo siento Jefecito- lo miró con cariño, acostumbrado a sus caprichos.

-Uy ¿Qué tal estos?- Venus les mostró conjuntos en negro con todo tipo de dibujos e inscripciones.

-Eso me gusta más- opinó el demonio.

-Uh... - Flug frunció el ceño- No-.

-Es dos contra uno, Flugy- la chica sonrió. 

-Si, Flugy, dos contra uno- se burló. 


Flug nada más suspiro, intentando no reírse, le molestaba y le gustaba cuando se ponían de acuerdo para molestarlo. 


En efecto, Venus iba a tener mellizos, cosa que no tardó en notarse en los siguientes meses. 

Black Hat se volvió sobreprotector, como un animal protegiendo sus crías, cualquiera que se acercara a Venus recibia un fuerte bufido de advertencia, 505, Demencia, algún pobre infeliz que pasara demasiado cerca en la calle, solo Flug podía acercarse sin problemas. 

Al doctor no le molestaba, se le hacía lindo en cierta forma, quizás porque él mismo, no siendo completamente humano, tenía los mismos instintos. 


Venus por su parte se sentía afortunada. 

Decoraron la habitación de los bebés al gusto de los tres, todo lo que compraban era al gusto de los tres. Iban a ser hijos de los tres, incluso si Black Hat técnicamente no tenía nada que ver. 

Ella lo sabía bien, incluso si vivía todos los años que le quedaran naturalmente por delante, nunca viviría tanto como Flug y sus hijos, porque era humana y él no, y sus hijos tendrían un poco de ambos. Black Hat podría estar ahí para ellos y eso le daba paz.

Deseaba que al menos su presentimiento fuese erróneo y que el destino, karma o algún dios, lo que sea que miraba sobre ella, la dejara disfrutar de su esposo y su familia un poco más. 


Ese dia empezo tranquilo, se encontraba los tres en el sofá de la sala, Black Hat ronroneaba con la cabeza apoyada en su vientre, había descubierto que eso hacía que los mellizos se quedaran quietos, dejando a su madre descansar un poco, la fecha estaba cerca y habían estado de lo más inquietos. 

Black Hat se apartó de repente, sobresaltado.


-Me pateó...- bufó apenas- Imps-.

-Sigue diciéndoles así- Flug lo miró, sentado al otro lado de Venus-¿Que se supone que significa?-.

-Bueno, son demonios pequeñitos ¿No?- Venus sonrió. 

-Son lo más cercano que tiene el infierno a niños- asintió- Son criaturas traviesas que nunca se están quietas- le señaló el vientre- Justamente así-. 

-Pues aun no hemos decidido como estos “Imps” se van a llamar- Flug los miró a ambos con nerviosismo- Y no falta mucho para que nazcan-. 

-Hn... - Venus lo considero un momento- Pues, deberían tener nombres de villanos ¿No?-.

-Oh, sin duda- sonrió y su lengua de serpiente se asomo con entusiasmo-.

-Supongo que no podrían ser ninguna otra cosa creciendo aquí con nosotros- Flug sonrió también. 

-Siempre quise una niña llamada Alicia- mencionó, acariciando su ahora enorme vientre.

-¿Qué tal Malicia? Que estoy seguro es la que siempre me patea- Black Hat rió. 

-Me gusta- la chica asintió, sonriente- Flugy ¿Que te gustaría para el niño?-.

-Bueno, tal vez algo con M, para que hagan juego ya que son gemelos y todo-. 

-Misantropía- propuso Black Hat.

-Oh~ Me gusta, una palabra inusual- Flug asintió.

-Malicia y Misantropía entonces- Venus asintió también, feliz.


Esa tarde, mientras trabajaba junto a Flug en el laboratorio, aquella preocupación seguía en lo profundo de su mente, no la dejaba tranquila.


-Oye, Flug- lo llamó.

-¿Si?-. 

-Si algo pasa, los bebés siempre deben ser prioridad ¿Ok?- sonrió suavemente.

-¿Qué? - la miró sin comprender.

-Prometeme que siempre serán prioridad-.

-Ok... - dijo con duda, preocupado- Lo prometo-. 


Esa noche Venus despertó a gritos, era hora de ir al hospital. 


Estaba tardando demasiado ¿Por que no lo dejaban entrar a ver? ¿Por qué tantos doctores y enfermeras iban y venían? ¡Algo no estaba bien! 


Flug se paseaba de un lado a otro como animal enjaulado, nervioso, preguntándose porque nadie le decía nada. 


-¿Flugslys? - un doctor se le acercó con rostro serio. 

-Si, soy yo ¿Que pasa?- lo miró, pálido debajo de su bolsa.

-Creo que es mejor si se sienta...-.

-¡Ay no ! ¡¿Qué pasa?! ¡¿Qué pasa con mi esposa y mis hijos?!- dijo llevándose las manos a la cabeza, el cuarto le daba vueltas ¡Oh, cómo costaba respirar! Le zumbaban los oídos, no podía pensar ... Dio un respingo y volvió a la realidad, Black Hat le había puesto una fría mano sobre un hombro, apretando con fuerza.

-Calmate- lo obligó a sentarse. 

-Bueno... - el doctor carraspeo, un poco intimidado por la presencia del demonio- Estamos haciendo todo lo posible, pero puede que tenga que elegir - le habló con suavidad, intentando no alterarlo demasiado.

-¿Elegir? - lo miró con incredulidad.

-Seré directo porque usted también es un doctor, sabe cómo esto funciona- suspiró- Si la salvamos a ella, puede que los mellizos no sobrevivan, si los salvamos a ellos, entonces...-.

-¡No puedo elegir! - se puso de pie, furioso- ¡¿Cómo se supone que elija?!-. 

-Tiene que decidir, no tenemos mucho tiempo, lo dejaré un momento, para que piense en ello-.

-¿No puedo hablar con ella?-.


El doctor sencillamente negó y Flug volvió a caer en la silla, sintiendo como si sus piernas fuesen de plomo.


-Haga algo ... - le murmuró a su jefe cuando el doctor se fue. 

-Flug...-.

-¡Haga algo! - se puso de pie de nuevo y lo tomó del abrigo - ¡Se que puede! - lo agitó con furia- ¡Asi que haga algo!-. 

-Flug...- intentó decir de nuevo, pero fue interrumpido.

-¡Lo odiaré si no hace nada! - lo amenazó, sabiéndose cruel, pero no le importaba. 

-¡Tengo que tomar algo a cambio! - lo apartó de un empujón, brevemente aterrado de su doctor- ¿Que quieres que haga? ¿Que le cobre con su alma? ¿O tal vez la vida de uno de los niños? Quizás tú vas a odiarme por no hacer nada, Flug, pero ella nunca va a perdonarte si lo hago-.

-¿Y que se supone que haga? - sollozó, volvió a acercarse a su jefe y esta vez ocultó el rostro contra su pecho.

-No lo sé ¿Qué haría ella?- lo abrazó, cuerpo y emociones frías, haría lo que Flug le pidiera.

-Ella... - suspiró con pesar- Ella elegiría a los bebés-.

-Pues ahí está tu respuesta-. 


A Venus se le había terminado su tiempo y ella lo sabía, siempre había sabido, que estaba allí de prestado. Todo había sido breve y feliz y ahora dejaba dos cosas maravillosas en ese mundo.


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