martes, 1 de noviembre de 2022

La forma en que amamos Cap. 8: Incompleto


Flug despertó tras lo que le parecieron horas, pero al mirar el reloj resultaron ser solo 30 minutos. Se encontró con su demonio durmiendo a su lado, se lo veía muy pacifico... Y tentador.

Lo admiro unos momentos, la piel oscura, ese cuerpo perfecto, lo que ocultaba bajo el icónico sombrero. Ver aquello por fin era todo un logro, suave cabello negro que se crecía rebelde hacia arriba, adorables cuernos de obsidiana que se rizaban en la misma dirección, se veía aun más guapo que de costumbre. Flug no entendía porque había negado por tanto tiempo lo atractivo que le parecía. 

Se le acercó y le dio un mordisquito en un hombro,


-Nooo, me come ... - bromeó el demonio, dándose la vuelta, quedando de espaldas a su doctor.  

-Completo, ñam- le dio otro mordisco más fuerte, abrazándolo. 

-Mi Doctor~- le ronroneó. 

-Mi Jefecito - rió, dejando que sus manos se guiarán solas a ciertos lugares-¿Otra ronda?-.

-Por favor... -.


Y fueron varias rondas, Flug tenía mucha stamina, para gusto y sorpresa de Black Hat. 

Quizás demasiada stamina, nunca antes había tenido un amante que lograra agotarlo, le dolían las piernas y las caderas. 


-Venus, tú eras humana ¿Como sobrevivías a este hombre?- se lamentó en un murmullo ahogado contra la almohada, nunca había estado ni tan feliz ni tan cansado. 

-¿Tomamos una ducha y dormimos un rato antes de que empiece el día? - lo miró con diversión, ajeno a su comentario, acariciándole la espalda.

-Pero que esta vez la ducha sea solo una ducha- le gruñó.

-Claro, claro- dijo con ligera malicia. 


La ducha no fue solo una ducha, pero a Black Hat realmente no le molestaba. 

Durmieron unas pocas horas, abrazados con intimidad.


Flug lo miró vestirse, era como un strip tease en reversa, con todas las capas de ropa que usaba y lo naturalmente sensual que era.


-Podríamos...-.

-Es suficiente por hoy- dijo, cortante, acomodándose el sombrero- Hay mucho trabajo y niños que cuidar-.

-Buuu... - lo abrazó por detrás con fuerza y afecto- ¿Me hará esperar hasta la noche?-.

-¿Es que no te cansas?- rió, complacido.

-No ¿Acaso usted sí?-.

-No, pero me gusta dormir- bromeó, sujetando aquellas manos con las suyas, miró el reflejo de ambos en el espejo, ahí luciendo como una pareja, no quería que terminara - ¿Que haremos al salir de este cuarto?-.

-Lo de siempre - lo apretó con cariño, las manos sobre su vientre, entendiendo a qué se refería- No es necesario que nada cambie, eso creo-. 

-¿Puedes besarme de vez en cuando?-.

-Ok- sonrió apenas- Pero, entienda que es solo...-.

-Es solo sexo, ya lo se- suspiró- No te preocupes por eso- se giró y le robo un beso, simple y casual- Pero te besare cuando quiera de todas formas-.

-Está bien - sonrió, no tenía mucho caso oponerse.


Se sostuvieron como solían hacer unos momentos, mirándose a los ojos, ambos eran criaturas tristes, corruptas y llenas de miseria, quizás no se merecían esos momentos de felicidad, pero también eran egoístas, así que no les importaba. 


-¿Cuál es el itinerario para hoy? Doctor~- le sonrió, tomándolo de la mano y saliendo con él de la habitación.

-Hoy toca filmar comerciales para la nueva línea de productos- dijo revisando su tablet.

-Tedioso...- rodó su ojo. 

-Luego tiene entrevistas con un par de clientes-.

-Aún me arrepiento de retomar esas- resopló, ambos caminando por los pasillos hacia la cocina. 

-Clases con los niños... Y luego prometimos llevarlos al zoológico-. 

-Un día ocupado-suspiró- ¿Tú tienes mucho trabajo?-.

-Lo normal- se encogió de hombros- Puedo llamar a Seto si se hace demasiado-. 

-Bien- asintió, entrando a la cocina, donde Shisui ya los esperaba con los mellizos y un abundante desayuno.

-Buenos días- les sonrió - Tomen asiento-.


Obedecieron sin decir nada, la verdad estaban bastante cansados. Shisui les sirvió el desayuno con una sonrisa de complicidad. 


-Por fin - les susurró.

-Cállate- Black Hat se sonrojo al máximo- Te arrancaré la lengua si sigues-.

-Gané varias apuestas- continuó como si nada, susurrando entre ambos- Sabía que eras el pasivo, Black Hat-.

-Ay, Jefecito ¿Puedo dispararle? - debajo de la bolsa a Flug le ardía la cara.

-Hazme los honores- sonrió, dándole permiso con un gesto elegante de sus manos. 

Flug sacó su arma y le disparó a Shisui en la cabeza, los mellizos del otro lado aplaudieron, 505 y Demencia ni siquiera levantaron la vista de sus platos, eso era cosa de todos los días. 

Shisui se levantó casi al instante, un agujero en su frente que dejaba ver el interior de su cráneo. 


-¿Por qué siempre la cabeza?- se frotó.

-Tenemos la esperanza de que el daño cerebral te deshabilite permanentemente- dijo Flug con frialdad.

-Yo también te quiero, Flug- le dijo con sinceridad- A los dos, aunque sean así conmigo- suspiró - Felicitaciones de todas formas, ya se habían tardado- se retiró a seguir con sus quehaceres como si nada hubiese pasado. 


Cada quien tomó su camino tras eso, siempre había mucho que hacer para la organización. 

Sin embargo Black Hat quería atender otros asuntos primero, tenía unos minutos antes de tener que filmar esos condenados comerciales ¿Como es que siempre salían mal? Eran un desastre, pero a sus clientes parecía hacerles gracia todo el asunto y aumentaban las ventas. 

Tomó un desvío antes de llegar a su oficina, abrió una puerta cualquiera y se encontró con lo que buscaba, el hogar de El Brujo, de Shisui.

Aquello no era parte de la mansión, era algo entre dimensiones que podía aparecer en cualquier parte en cualquier momento, lucía como una mezcla entre una casa de campo y una tienda de antigüedades, donde se vendían todo tipo de artefactos mágicos y pociones extrañas. 


-Bienvenido- Shisui le sonrió desde detrás del mostrador- Sabia que vendrías a hablar-.

-Sabes tantas cosas -dijo con sarcasmo.

-Solo sientate, tsundere-.


Black Hat tomó asiento e ignoró su comentario, odiaba tener que hablar con él de sus asuntos, pero no tenía a nadie más, El Brujo era preferible a Seto en todo caso. 


-¿No estás feliz? Luces contrariado- Shisui lo miró atentamente, analizándolo con esos ojos dispares. 

-Lo estoy-.

-¿Feliz o contrariado? -  lo miró, burlón.

-Ambos- le gruñó- No... No sé cómo sentirme-.

-Por supuesto, por un lado tuvieron una noche de lo más apasionada, pero por otro fue solo eso ¿No es así? Sexo, y eso no es todo lo que quieres-.

-No entiendo que es lo que siente por mí- admitió- Y eso me atormenta-.

-Que curioso- suspiró- Normalmente no eres con quien tengo esta conversación-.

-¿Qué?- alzo una ceja.

-Nada...- negó- Escucha, los sentimientos son algo muy volátil, cambian constantemente, que ahora sea una cosa no significa que lo será por siempre, puede o puede que no te corresponda en un futuro, pero quizás lo mejor es que disfrutes del momento, Black Hat-.

-¿Tengo que conformarme con lo que tengo?-.

-Tienes que ver lo que te depara el futuro, se paciente, disfruta de los buenos momentos- asintió- No pongas presión en las cosas frágiles ¿Entiendes?-.

-Eso creo- suspiró- Quieres que deje que todo siga su curso-.

-Lo que será será, tu encuentro con él estaba escrito en piedra, tus lazos con él en cambio son algo que puede cambiar, para mejor o peor, solo queda ver y esperar-.

-Esto... Ha pasado antes ¿Verdad?- lo miró fijo, desafiante.

-Saber eso no te ayudará en nada, Black Hat- le sonrió- No pienses mucho en eso-.

-Eres tan odioso- suspiró y se puso de pie- Gracias de todas formas- agregó antes de desaparecer. 


Mucho más tarde, cuando sus tiempos libres coincidieron y los niños estaban tomando clases con Shisui, Black Hat se encontró en brazos de Flug de nuevo, no mucho más que una sesión de besos apasionados, pero considero que Shisui tenia razon, quizas era mejor disfrutar de lo que tenía en ese momento, en vez de preocuparse tanto. 


Flug lo tenía sobre el escritorio, sus manos viciosas recorriéndolo entero, mientras Black Hat lo envolvía posesivamente con brazos y piernas.


-Jefecito, podríamos tomarnos unos días libres- dijo contra su cuello para luego darle un mordisco. 

-Tentador...- rio- Pero aun no me convences- lo desafío, dándole un apretón con su piernas.

-Espere a la noche y lo convenceré de muchas cosas- lo besó y lo recorrió un poco más, colando sus manos bajo la ropa, antes de dejarlo ir.

-La verdad ya me tienes bastante convencido- rio- Sabia que era un pervertido lujurioso, pero no tanto-.

-Me alegra que le guste, pero no se que me ve- dijo en lo que lo ayudaba a bajar del escritorio y le acomodaba la ropa.

-¿Lo dices porque sueles ser rechazado? Doctor- Black Hat hacía lo mismo con la ropa de Flug. 

-Cuando era joven, tuve muchos encuentros casuales, pero nunca nada serio, nadie quería cosas serias o duraderas conmigo- se encogió de hombros.

-Bueno, existen al menos dos personas que consideran que el que no te valorara como amante merece ser hervido en aceite, así que deja de mitigar tu propia autoestima-. 

-¿Hablaba de esas cosas con ella?- sonrió.

-A veces, yo... Tenía curiosidad- se sonrojó.

-¿Y quien decía que es el pervertido?- le sonrió con picardía y le acarició las mejillas con ambas manos, le encantaba la textura de su piel-¿Pensaba mucho en mi?-.

-No voy a contestar eso- resopló, avergonzado. 


Flug lo tomó de la cintura, pegandome a su cuerpo, y le dio un fuerte mordisco en el cuello, dejando una marca, su marca. No iba a durar mucho en su demonio, pero aun así.

Black Hat se sujeto de él y dejó salir un gemido placentero, lo hacía estremecer entero con tanta facilidad. 


-Usted también es inseguro- dijo contra su piel- Pensando que no gustaba de usted-. 

-Creía que me tenias asco- admitió, acurrucandose en su abrazo.

-Oh, no diga tonterías- lo abrazó un poco más, ahora solo había ternura entre ambos- No le digo Jefecito chulo no más porque sí- rió, acariciándole la espalda, sacandole fuertes ronroneos- ¿Que diría el público si supieran que suena como un minino?-.

-Negaré cualquier acusación al respecto- rió. 


Y así los años pasaron tranquilos, criaron a sus hijos juntos, el negocio prosperaba, compartían afecto y pasión, era dichoso, pero incompleto. 


¿Qué era lo que le faltaba? Black Hat tenía todo lo que quería, su reputación, su organización, Flug y sus niños.


Pero él sigue sin amarte, no importa cuantas veces te tenga en la cama, cuanto te tome de la mano o cuantas veces despierten uno junto al otro, sigue sin amarte. 


La verdad era que, para cualquiera que viera aquella relación desde afuera, era obvio que se amaban, sencillamente había demasiadas cosas de por medio. Tanto dolor, inseguridades, culpa y un amor pasado que no los dejaba ver la realidad.


-¿Papá pasa algo? - Malicia miró a su padre a través del espejo, Black Hat la estaba ayudando a peinarse, el largo cabello pelirrojo era bastante rebelde. 

-No, nada - le sonrió- Solo pensaba en lo mucho que has crecido-.

-Hn... - Malicia no le creía del todo, ya tenía casi 13 años y conocía muy bien a su padre- Pronto será nuestro cumpleaños-. 

-Y lo celebraremos como siempre- suspiró- No puedo creer que ya son adolescentes, par de Imps-.

-Padre siempre se deprime para esta fecha- la chica le decía “padre” a Flug, no porque lo quisiera menos, sencillamente Black Hat era su favorito y sentía que ya no tenía edad de estar diciendo “papi”.

-Es por tu madre- dijo seriamente. 

-Han pasado 13 años- se cruzó de brazos- Ya tendría que haberla superado-. 

-No es tan simple-.

-Tendría que quererte a ti - suspiró- Aun recuerdo cuando nos explicaron eso y Misantropía no dejaba de llorar-. 


Era verdad, en algún momento tuvieron que decirles ciertas cosas, tenían cuanto ¿Unos 6 o 7 años? Les explicaron que si bien ambos eran sus papás, no eran una pareja, ni estaban casados, que Flug había estado casado con su madre y aun la extrañaba, no había sido una buena experiencia para nadie. 

Algo se había roto ese día en esos niños ante la realización de que sus padres no se amaban como habían creído, Malicia se distanció ligeramente de Flug, lo quería como siempre, pero prefería a Black Hat de tener que elegir, era quien estaba siempre con ella después de todo.

Misantropía en cambio, que siempre había sido un chico sensible, se amargó bastante y empezó a ver todo con fría lógica, como para escudar sus propios sentimientos. 

Eran demasiado inteligentes para su propio bien, habían notado consciente o inconscientemente, que todo eso no era justo para el hombre que los cuidaba con todo su cariño y dedicación, que siempre hablaba de su padre biológico con profundo amor, mientras este seguía añorando a alguien que ya no estaba y que ellos eran incapaces de recordar. 

Y ahora, que eran cada día menos inocentes, comenzaban a entender lo complicada y extraña que era aquella relación. 


-No le digas eso- fue todo lo que contestó, tajante.

-Ok ... -suspiró, sabiendo que era mejor cambiar de tema-¿Vendrá el abuelo?- sonrió.

-Si, pero ya te dije que no es tu abuelo - gruñó.

-Te hizo, así que es el abuelo- se burló- ¿Verdad? Hermano-.

-¿Seto?- el chico de pelo blanco iba entrando a la habitación- Claro que es nuestro abuelo-.

-Agh ... - Black Hat rodó su ojo con fastidio, lo hacían a propósito.

-Y Shisui es nuestro tío- agregó Misantropía.

-Nuestro tío divertido- Malicia asintió.

-Par de diablillos ...- masculló, prefiriendo no seguirles el juego. 


Black Hat los llevó a ambos a su entrenamiento después de eso, ahora que tenían más edad su educación como villanos se había vuelto más intensa y Black Hat ya no les permitía fallos. Era cosa de vida o muerte después de todo.

Malicia era una excelente hechicera, usaba magia similar a la de su padre, tenía un talento natural para las técnicas ofensivas.

Misantropía en cambio tenía una mente científica, usaba sus propios inventos para ayudarse en batalla, pero sus métodos eran, más que nada, defensivos.

Hacían un excelente equipo.


-¡Debes cuidar su flanco izquierdo cuando usa ese hechizo, Misantropía!- dijo el demonio mientras bloqueaba el ataque de Malicia, rompía la barrera de Misantropía y los mandaba a rodar a ambos por el suelo, no les tenía consideración solo por ser ellos - ¡Sigue siendo muy débil, Malicia, debes practicar ese círculo si no quieres perder un brazo la próxima vez que lo ejecutes!-.


Flug supervisaba, entendía porqué era así, pero no quería decir que le gustase. 

Pero los mellizos no se quejaban, solo se ponían de pie y volvían a intentar, si algo habían heredado de Flug era su perseverancia. 


De hecho habían heredado cosas de sus tres padres.

Misantropía tenía la carita inocente de Flug, una falacia para quienes llegaran a conocerlos mejor, pero el cabello blanco/gris de su madre. Lo usaba largo en una coleta y se cubría el ojo ámbar, dejando solo ver su ojo inhumano. Vestia de negro y rojo y portaba un par de goggles decorando su cabeza. Por sobre todo tenía la sensibilidad e intelecto de Flug y la cruel ambición de Black Hat. Quería ganar fama y fortuna con sus inventos.

 

Malicia tenía el rostro bello de su madre, pero el cabello de ese tono rojo tan inusual de su padre, ella también cubría su ojo humano, dejando ver sólo el inhumano. Vestia elegantes vestidos negros, su cabeza era siempre decorada por un moño del mismo color. Había tomado la personalidad de Black Hat casi al 100%, era una niña cruel, le gustaba el horror y el caos, pero siempre con un toque de elegancia y prestigio. Ella quería la conquista del mal sobre el bien y la extensión de la villanía, justo como su padre preferido. 


Y si iban al caso, para ambos Black Hat era el padre preferido, si llegaban a separarse sabían bien con quien se iban a quedar. 


Black Hat los dejó practicando con Shisui, que de hecho era incluso menos considerado, y se sentó junto a Flug a observar. 


-¿Hay necesidad de que los golpee tanto?-suspiró.

-Un héroe o villano rival será mucho peor si no mejoran- lo miró-Además pronto irán a la academia, es mejor si están preparados-.

-Dudo que se metan con ellos, todo mundo sabe que están bajo su protección-.

-Y justamente por eso querran usarlos para probar algo- negó-Si no mirate, estar bajo mi protección no te ha servido de nada-. 

-Aun así, no me gusta que sea tan rudo-.

-Esto no es nada, espera que tengan edad para ser entrenados por Seto... - miró a los niños salir volando por los aires- Suponiendo que sobrevivan a Shisui-.

-De verdad ¿Qué es Shisui?- le susurró.

La encarnación de un dios- contestó con simpleza- Uno muy mundano y al que le gusta el chisme-.

-A veces creo que nos observa- Flug frunció el ceño.

-Pues hay que asegurarse de darle un espectáculo de primera- sonrió con picardía.

-Después a la noche se queja de que no lo dejó dormir- sonrió igual. 

-Dormir es para los débiles-.


Se acercó para darle un beso, pero Flug no se lo permitió.


-No enfrente de los niños- dijo poniéndole una mano en la cara.

-Nos han visto tomados de la mano, Flug...- forcejeó.

-No es lo mismo- negó.

-Solo un beso- le siseó- Voy a morderte la mano si no te apartas- le advirtió. 

-¡No somos una pareja!- le gritó y se arrepintió inmediatamente- Ah, Jefecito yo ...-.

-Eres cruel conmigo- lo miró con dolor y desapareció en humo y sombras


Flug se puso de pie de inmediato, preguntando a donde ir a buscarlo, pero alguien le dio una fuerte patada en la espinilla, haciéndolo caer de la sorpresa.


-¡Deja de ser tan malo con papá!- le gritó Malicia, las manos en la espalda, mostrando los colmillos, sin duda se parecía al hombre que la había criado. 

-Cariño yo...-.

-Es ilógico- Misantropía lo interrumpió con su voz neutra y fría- Que lleven juntos casi 13 años y sigan diciendo que no están juntos- le sonrió, era de hecho bastante siniestro- Tanto como es lógico que nos quedaremos con papá si se cansa de ti y decide dejarte, padre-.

-¿Qué? - los miró, incrédulo, bromeaban ¿Verdad? De repente, esos dos habían decidido apuñalarlo en el corazón. 

-No te preocupes, 505 irá contigo- Malicia hizo honor a su nombre con su sonrisa y su tono- No podemos permitir que andes por ahí solo-.

-Con todo lo que sabes, sería peligroso para la organización-.

-Ugh, de verdad sacaron cosas de él ¿No?- se puso de pie, enfadado y dolido, pero por sobretodo sintiendo que se merecía todo eso. 

-Nos ha criado - la chica se encogió de hombros.

Es nuestra madre, podría decirse- Misantropía hizo lo mismo- Aunque no te guste, pero ha cubierto ese rol desde que nacimos ¿No es así?-.

-Yo... Ya hablaremos luego, par de irrespetuosos- resopló y se fue corriendo.

-Bien hecho- Shisui les sonrió- Excelente uso de la manipulación-.

-Eso lo aprendimos de ti, tio- le dijeron al unísono, sonrientes. 


A Black Hat le dolía el pecho. 

Trece años devoto a los caprichos de ese hombre ¡¿Y para qué?! ¡Ni siquiera lo dejaba besarlo enfrente de sus hijos! ¡No vaya a ser que los niños que había criado se hicieran la idea equivocada!

Tosió un montón de sangre, es sangre espesa que a Flug tanto le gustaba beber. 

Black Hat era suyo, completo, pero al parecer eso no tenía ningún valor, seguía sin ser correspondido, sin ser amado.

Cada año, para esas fechas, Flug se hundia en su propia melancolia, en su añoranza por ella y Black Hat sufria las consecuencias, amar a Flug era tortura, no importaba cuanto se esforzara, cuanto cambiara para él, nunca seria ella. 

Todo el amor y afecto que Flug le daba era algo falso y estaba cansado de ello. 

¡Ah, dolía mucho! Se llevó una mano al pecho y se enterró las garras ¡Ya no quería ese corazón! Tosio más sangre y se dejó caer de rodillas ¿Que le estaba pasando?

No era solo ese pequeño incidente de hacía un momento, eran muchas cosas a través de los años, no podía evitar sentir que Flug lo trataba como a una cosa, un objeto para aliviar sus hambres y frustraciones. Si Flug necesitaba cariño, tenia a Black Hat, si Flug necesitaba sexo, tenia a Black Hat, si Flug necesitaba expresar su sadismo, tenia a Black Hat.

Y Black Hat se lo permitía porque lo amaba y tenía la tonta esperanza de un día se amado, de un dia escuchar esas palabras que tanto añoraba, de que un dia Flug pondría un anillo en su dedo y lo besaría en un altar, frente a cientos, miles, de personas, que todo mundo sabría que iban a estar juntos por siempre... 


Black Hat rio para sí ante sus propias, tontas y cursis fantasías. En ese momento no había ni un poco de felicidad y añoranza, solo había dolor, sentía... Sentía que se moría. 

Pero él no podía morir, eso era imposible, había sido creado perfecto y auténticamente inmortal, pero su corazón quería rendirse ¿No es así? Quería detenerse y dejar atrás toda esa pena y agonía, todo ese mal de amor. 

Abrió la carne de su pecho, buscando detener el dolor y sacar ese corazón que no le servía de nada, pero ... ¡Oh, todo se volvió difuso! Ya no podía pensar y su mente fue a vagar a otro lado, dejando solo su cuerpo inconsciente. 


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